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He elegido hacer la entrada sobre la visita de Amaia y Alfred, concursantes de Operación Triunfo, a El hormiguero porque me encanta OT y dado el éxito de estos dos triunfitos tenía ganas de ver cómo se llevaría a cabo el programa de Antena 3. Además, me parecía interesante porque se trataba de llevar a personas que venían de un canal de la competencia, La1, donde además esa misma noche estaban otras dos concursantes de OT, Aitana y Ana Guerra, en Hora Punta. Lo que pasó al final es que El hormiguero se llevó el éxito absoluto, pasando Aitana y Ana más desapercibidas.
Primero me gustaría destacar el gran éxito e impacto social que ha tenido Operación Triunfo, especialmente Amaia y Alfred, destacando a Amaia. Creo que su gran triunfo se debe a su naturalidad, a su manera de expresarse y de ser. Además, Amaia ha defendido el feminismo, como Alfred, y ha reivindicado derechos de las mujeres hablando de ellos sin filtro, como el por qué se tienen que depilar. También ha hablado de temas que podrían llamarse tabú porque casi nadie habla nunca de ellos, y menos en prime time en televisión, como son la regla o los pedos. Y muchos espectadores, sobre todo jóvenes, agradecen tener una voz así que ahora aparece en todos los sitios.
Conociendo ya la tendencia de Pablo Motos a hacer preguntas poco adecuadas, los espectadores se llevaron una sorpresa. Amaia y Alfred hablaron de todo, incluidos los pedos y la regla. Ninguna pregunta se salió mucho de lo normal. Ambos le gastaron al presentador una broma cuando éste les preguntó por su relación amorosa. Era una pregunta obvia, pues llevan respondiendo ante ella desde que salieron de la academia, pero innecesaria a la vez, pues creo que deberían dejar eso más de lado, pero tanto en El hormiguero como en todos los demás medios a los que acuden. También pienso que le dieron más protagonismo a Amaia que a Alfred, sabiendo que ella es la que más conquista. Esto lo podemos comprobar en el hecho de que pusieron los mejores momentos de ella, pero no de él, y las mejores actuaciones individuales de ellas, pero no de él. A pesar de esto, creo que por lo demás fue un programa bastante acertado.
Aprovechando el gran impacto e influencia de sus invitados, se alargó el programa hasta las 23:25, y es que las audiencias fueron históricas, se aprovecharon de lo que sabían que iba a ser un éxito y que iba a tener a los espectadores pegados a la pantalla. Fue el programa más visto de la temporada y el tercero más visto de toda la historia de éste. Me pareció curioso cómo la competencia, siendo consciente de ese éxito, decidió empezar sus programas más tarde para no tener que competir con El hormiguero, pues podrían perder audiencias, que es por lo que lucha diariamente la televisión.
En definitiva, nos encontramos ante un caso en el que vemos cómo la televisión saca provecho de las personas del momento y la influencia que tienen en el público para su propio beneficio de ganar audiencias. Y nosotros, los espectadores, nos dejamos llevar de un lugar a otro buscando eso que nos entretiene en el momento, en este caso Amaia y Alfred, que nos hicieron disfrutar una vez más de esa naturalidad y espontaneidad que ya nos habían mostrado y que conquista.
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2: https://elpais.com/cultura/2018/02/26/television/1519684585_848458.html