4.3. El documental. Tipos de documentales. El documental como documento cultural.
Los documentales han sido un arma desde el nacimiento de la filmografía. Las grandes guerras comenzaron con esta práctica. La mayor repercusión fue en los carteles publicitarios, pero desde la cumbre de los premios cinematográficos, los Oscar, estadounidenses y claramente inclinados hacia sus propias producciones, en la década de los 40 se presentó una nueva candidatura para los mejores metrajes documentales.
En esa época se trataba de concienciar a los estadounidenses de que su participación en la guerra era necesaria, a través del documental se alienaron a muchas mentes en periodos anteriores y durante la II Guerra Mundial, aunque como pasa actualmente, el documental siempre queda relegado a un segundo plano por su aparente falta de atractivo.
Después de decir que se utilizó como arma, contemporáneamente se ha convertido en un arma de doble filo. La inmensa mayoría de documentales que han optado a una estatuilla han tratado sobre el holocausto nazi. Así en nuestros días se podría decir que el arma nos atemoriza, nos muestra los peores horrores que se cometieron y las atrocidades que se practicó sobre la especie humana. Es implacable y nos hace atemorizarnos hacia una nueva guerra de esas dimensiones, pero claro, solo porque ocurre en Occidente.
Sería todo maravilloso si se pudiera afirmar que la gran producción de documentales sobre la II Guerra Mundial tuvieran meramente un fin informativo, educativo y de mostrar lo que no se debe volver a cometer. Pero en la industria cinematográfica siempre se mira la moneda y en el caso del documental, este es un tema tan sobreexplotado que chirría.
Parece que solo se busca la morbosidad que se crea en torno al tema del genocidio judío, tema que siempre tiene cabida y que genera mucho dinero. Los documentales, desde mi punto de vista son un medio de aprendizaje que se ajusta perfectamente al método de enseñanza actual, el cual incluye a las nuevas tecnologías, pero me parece que deben ser objetivos en todo momento, no ser dotados de tanta sentimentalidad por el mero hecho de ser sensacionalistas, conseguir una mayor difusión y por consiguiente una mayor recaudación.
Para más información: Lumbrera; 09/04/2014