1.1. Historia y evolución de los medios audiovisuales (segunda mitad del S.XX y S.XXI)
Hace unas semanas realizaba mi repaso matutino a las redes sociales cuando me encontré esta publicación en Twitter. Se trata de un vídeo que muestra una fiesta temática en la que participa gente joven. Sin embargo, no se trata de cualquier temática: es una fiesta de vines.
Vine fue una red social que cerró hace un par de años y fue la cuna de muchos de los influencers actuales. Permitía subir a su sitio web vídeos de no más de seis segundos, llamados “vines”, a través de una aplicación móvil. Estos vídeos eran, en su mayoría, de tono humorístico, consiguiendo entretener a toda una generación a gracias al ingenio de sus propios usuarios. Algunos de estos vines siguen considerándose icónicos a día de hoy, y hay un número importante de personas que le rinden homenaje a la plataforma con vídeos recopilación fruto de la nostalgia.
Mi primera reacción al ver el tuit fue reír al reconocer algunos de mis vines favoritos y compartirlo con mi pareja, pidiéndole organizar una fiesta así nosotras mismas. Mi siguiente pensamiento fue algo más profundo: Internet ha conseguido crear una cultura que trasciende fronteras. No solo fui capaz de ver el interior de una fiesta estadounidense sin moverme de la cama, sino que fui capaz de identificar los vines de origen extranjero, y algunos de estos vines contienen expresiones que uso en mi día a día.
Todo esto me llevó a pensar en Internet como si fuera un continente distinto, que no presenta barreras físicas entre sus habitantes, con su cultura propia, un lenguaje particular y hasta costumbres propias, como los “zascas” en Twitter o las investigaciones y cazas de brujas en foros como Reddit o 4Chan. Sin embargo, esta cultura es algo difícil de entender para personas que no usan redes sociales en su día a día, o para aquellas que directamente no saben utilizar un ordenador o un teléfono móvil.
Puede llegar a ser desesperante tratar de explicar a tu madre o tu padre lo que es un meme o por qué hablas con tus amigos y amigas jugando por el ordenador en vez de salir a la calle o ir a sus casas. Internet ha creado una cultura global, pero a la vez reducida a un cierto sector de la población, especialmente joven o nativa digital y del mundo desarrollado.
Como conclusión, me gustaría citar a Manuel Castells, quien en 2002 ya fue capaz de intuir la importancia de esta “cibercultura”. Él decía que Internet “permite la creación de una plataforma de cultura en la sociedad y la expresión de la sociedad civil, y una ruptura de los marcos institucionales de definición de la cultura y el arte oficiales”. En definitiva, me pregunto si algún día se hará accesible este tipo de tecnología a cualquier persona y se creará una cultura completamente desligada del resto de civilizaciones del planeta. Puede que solo estemos presenciando el principio de una revolución con mucha más dimensión de la que imaginamos.
Fuentes y enlaces interesantes:
http://www.uoc.edu/culturaxxi/esp/articles/castells0502/castells0502.html