3.2. La primera emisora de radio española. La radio en España durante la dictadura.
“La Guerra Civil es un río de sangre: por una orilla va Concha Piquer, y por la otra, Miguel de Molina”. (Rafael de León, 1931)
Etimológicamente proviene del latín, copula, que significa unión. Y esto fue la copla para un país triste y devastado por la Guerra Civil. La copla nace a principios del siglo XX, y es aupada por grandes escritores como Alberti, Lorca o Rafael de León, Muy pronto conseguiría desplazar al cuplé o la tonadilla dentro de la cultura popular. Una de las peculiaridades de la copla es la de apropiarse de los tres actos del teatro para sus canciones, pudiendo disfrutar así de una historia con planteamiento, nudo y desenlace en tres minutos más o menos.
La copla era la banda sonora de las calles, de los patios de vecinos, la gente cantaba incluso en el trabajo las canciones que había escuchado en la radio. La copla compartía junto a los toros, el futbol y las radionovelas una programación de entretenimiento, era la mejor manera de evadirse de la realidad de un país arrasado por la guerra.
Para muchos la copla fue una manera de oponerse al régimen y para otros una manera de sobrevivir, pues como dice el refrán “el que canta su
mal espanta” no es de extrañar que su esplendor fuera durante los años 40 y 50. Resulta curioso que durante los años cuarenta cuando mayor fue la represión del régimen franquista tras la guerra y sus depuraciones, en las radios de España sonara La Parrala, la historia de una mujer alcohólica que está en un juicio y tiene que explicar la muerte de dos hombres, que ella dice no conocer. O canciones como La Campanera, dicen que a Franco le encantaba escucharla cuando “invitaba” a los principales artistas de la época a cantar al Pardo cada 18 de julio. Resulta gracioso imaginarlo escuchar esta canción sin saber que está inspirada en la mujer de un maquis escondido en el monte y que ella va a verlo.
La copla es capaz de llevar a otros mundos, al de los amores fugaces y fuera del matrimonio, canciones que recuerdan con pasión noches que no se repetirán y a gente que no volverán a ver. Dice Miguel de Molina, que cuando Rafael de León compuso Ojos verdes, fue en compañía de Lorca y él mismo. Dentro de la moral religiosa que vivía el país ellos andaban escribiendo una canción de amor a otro hombre. En los momentos de crisis es donde más se agudiza el ingenio y la imaginación, y todos aquellos que hicieron de la copla cultura popular lo demostraron de sobra.
Con la llegada de la modernidad, la copla fue tratada como una españolada casposa y que había que desplazar, y de pronto, llegó la movida cantándole a lo vulgar, mientras un alcalde animaba a los jóvenes a colocarse en las fiestas del pueblo. Y la movida fue considerada un movimiento cultural y la copla como algo popular, pero popular como sinónimo de barato. Y así estamos hoy día, donde cualquier wyominguita hace cultura apropiándose de insultos y bajezas, para después lloriquear sobre la censura. Igual no sabemos qué es una crisis, ya que falta mucha imaginación, y hoy a excepción de Buika o Poveda, nadie se atreve a hacer copla. ¿Seguirán todos colocados?