2.4. La televisión en España durante la transición y la democracia.
A finales de los 70 y principios de los 80, la televisión ya llevaba un tiempo implantada en España y por fin era accesible para la mayoría de los ciudadanos. En este periodo también llegaba la libertad de expresión, aunque algo relativa, pues las cadenas existentes todavía unían sus fuerzas para que el camino a la democracia fuera tranquilo y sin sobresaltos.
Como ejemplo de ello, nos encontramos con TVE, la cadena pública que en esta época era controlada totalmente por el gobierno. Gran cantidad de su programación se dedicaba a la emisión de contenidos dotados de un gran carácter democrático, debido a que Adolfo Suárez, presidente en aquel momento y a su vez antiguo director de TVE, veía este medio de comunicación como un agente potencial para poder inculcar a los más jóvenes los valores democráticos. Pero estos no tuvieron una buena acogida, puesto que se dedicaban a una audiencia demasiado infantil. Los jóvenes preferían los programas extranjeros, los cuales eran más dinámicos, así pues, programas como El Monstruo de Sancheztein competía contra Los Ángeles de Charlie. Pero sin duda alguna, el programa por excelencia entre los jóvenes fue Verano Azul, una serie realista, aunque comprometida con la faceta conservadora española de la época.
Quizás el artículo del que se extrae la anterior información tenga una manera demasiado aislada de recordar los temas que trataban programas como Verano Azul.
Indagamos demasiado en una única realidad, el hecho de que estos programas suponían un moderno modo de entretenimiento para los jóvenes queda apartado en las sombras de este artículo. Pero verdaderamente, si nos paramos a pensar, la televisión y los medios de comunicación en sus principios, sobre todo, tenían un fuerte carácter propagandístico, ¿por qué no podría haber sido este otro modo de inculcar ciertos principios a una población que había pasado por un tremendo conflicto bélico y que intentaba resurgir de una terrible crisis?
Lo que está claro es que los espectadores no recuerdan ver los diferentes programas que se emitían con la intención de estar siendo adoctrinados por el gobierno. Puede que simplemente vieran en esas series el cambio que sucedía en nuestro entorno, por lo tanto, no asociábamos como tal esos pequeños detalles o ciertas censuras impensables en la actualidad. Lo único que comparte la gente que disfrutó de aquellas series en directo es el recuerdo entrañable que suponía mirar al televisor ensimismados, siguiendo una transición de imágenes que por nada del mundo querrían perder de su memoria.
Este comentario se ha escrito en base al artículo El mensaje oculto de ‘Verano azul’ y otros programas de TVE en la Transición de El Confidencial: