4.4. El videoarte y las artes. Contexto histórico y cultural del nacimiento del videoarte. Evolución: performance, teatro, videoclip.
Los comienzos del videoclip fueron en 1895, cuando los hermanos Lumiére ya estaban dando paso a las imágenes en movimiento, el británico-francés William Kennedy Dickson, considerado uno de los padres del cine, decidió probar aplicar sonido a esas imágenes en movimiento. Para ello, pensó en aplicar música mientras se veía a gente bailar. Ese fue el comienzo de los que ahora conocemos como videoclip, que es un cortometraje donde lo principal es la música.
He elegido este vídeo, sobre todo, porque muestra imágenes de los comienzos del videoclip. Podemos ver cómo experimentaba con el sonido el británico Dickson y nos da una idea de cómo empezó el videoclip que ahora conocemos.
En este vídeo vamos viendo el videoclip desde sus comienzos y cómo ha ido evolucionando a lo largo de la historia junto con el cine y la televisión, hasta la época que se considera la culminación del videoclip tal y como lo vemos, cómo paso de funcionar en un cinematógrafo en blanco y negro hasta verlo en color a través de una cámara.
El videoclip es actualmente una herramienta de marketing para tratar de promocionar las ventas de un producto discográfico. Como cualquier otra herramienta de marketing, tiene detrás a una buena cantidad de personas con mucha creatividad que se encargan de su desarrollo, y que en ocasiones crean obras que trascienden más allá de la finalidad promocional.
El origen del videoclip guarda relación con el cine y Estados Unidos. A finales del siglo XIX, lo que se podría considerar el primer precursor del videoclip es la canción ilustrada. En Estados Unidos era común que en los teatros en los que se realizaban proyecciones de cine mudo, comenzara la sesión con una breve actuación musical en la que un cantante y un pianista interpretaban piezas populares mientras se proyectaban imágenes estáticas que ejercían como refuerzo narrativo de la canción. Estas pequeñas actuaciones también se realizaban para amenizar los cambios de rollo de película en las máquinas proyectoras. Las canciones ilustradas alcanzaron mucha popularidad, servían como elemento promocional indispensable en las proyecciones de cine, tanto que los cantantes e incluso las canciones que se iban a interpretar se llegaban a anunciar en los carteles del evento, y servían también como promoción de las ventas de las partituras de las canciones interpretadas.