5.2. La imagen infográfica: realidad virtual.
En este estudio se han realizado varias pruebas en las que, gracias a la realidad virtual, se ha logrado poner a un condenado por violencia de género en la piel de la víctima con la manera más real posible. El maltratador dentro del universo de la realidad virtual no es otra persona si no que es un avatar, mientras que la persona real es convertida en una mujer que esta siendo víctima del maltratador que en este caso no es más que un personaje programado. Esto es parte de un experimento que han llevado a cabo investigadores del Instituto de Investigaciones August Pi i Sunyer, junto al hospital Clínic de Barcelona, para estudiar el comportamiento de los maltratadores cuando se ponen en los zapatos de las víctimas.
La amenaza no es real, pero, aún así, debido a las amenazantes maneras y la forma de tratar a la víctima hace a los maltratadores reales dar algún paso atrás cuando se acerca el avatar programado. Es decir, cuando estar inmersos en ese mundo son capaces de llegar a sentir el miedo de la víctima por un momento.
El resultado de la investigación nos ha aportado también datos que ya habían sido descubiertos anteriormente, como, por ejemplo, el déficit de emociones que sienten así como la falta de empatía con sus víctimas.
En este experimento participaron 39 hombres, 20 condenados y 19 del grupo de investigación. Se intentó que la forma en que el hombre encarna a la víctima fuera lo más real posible y así lo consiguieron colocando, por ejemplo, un espejo en el que te ves reflejado en cuanto te pones las gafas y puedes ver tu “nuevo cuerpo” y moverte con él como si fuera tuyo mientras que un hombre virtual entra a la habitación y lleva a cabo una bochornosa escena de violencia de género.
Con esto, se intenta conseguir que sea menos posible la recaida a la violencia de género de parte de los maltratadores que se están rehabilitando y una mejora de la empatía con sus víctimas. Los autores de esta investigación también piensan que se le pueden dar muchas más utilidades a la realidad virtual en otros ámbitos de violencia así como el acoso escolar.