Francisco Ortega Sáez: Los videojuegos en la educación.

5.4 Multimedia e Internet: arte digital, videojuegos.

La gamificación de la educación es un recurso pedagógico reciente que consiste en aplicar las mecánicas de los videojuegos para motivar a los estudiantes y mantener su atención en el contenido de la clase. En primera instancia parece una decisión lógica dada la enorme popularidad de los videojuegos entre los jóvenes y su capacidad para captivar la atención desde temprana edad. Pero, si nos lo planteamos ¿qué es lo que tienen de especial los videojuegos? Los juegos tradicionales también tienen características similares y muchos usan los mismos mecanismos que se refuerzan en los videojuegos educativos: acción-reacción, castigos y recompensas…

Entonces ¿por qué los videojuegos y no ningún otro formato de juego similar que existe desde hace mucho más tiempo? Se trata de una cuestión compleja y más si consideramos el estigma que aún tacha a los videojuegos de banales e infantiles. Pero sin duda un factor clave es la progresión. Los videojuegos y más concretamente el rol reinventaron y profundizaron el concepto de progresión. Desde clásicos como Ultima, pasando por Dragon Quest, Secret of Mana o Baldur’s Gate la forma de entender el castigo-recompensa en los videojuegos cambia y pasa de ser una dicromía blanco-negro a un elemento complejo que enriquece la jugabilidad. Y esto lo convierte en un elemento pedagógico ideal, el arma para combatir la desmotivación de los estudiantes. Por muy interesante que sea un temario, si el profesor es mediocre, el alumno se aburrirá y dejará de participar en la ya de por sí poco eficiente dinámica de clase. En cambio, un buen videojuego, incluso presentando el temario tal cual es, sin necesidad de adaptarlo, mantiene la atención y tiene la capacidad de recompensar el esfuerzo del estudiante de manera inmediata. Un ejemplo de esto es Classcraft. Al igual que en Final Fantasy ganas puntos de experiencia cada vez que ganas una batalla, tus buenos resultados en Classcraft se traducen en puntos que puedes canjear en la vida real para conseguir ciertas facilidades y, de la misma manera que morir conlleva una penalización en cualquier RPG, las malas actitudes en Classcraft también suponen castigos. En el caso de esta aplicación, se trata de un videojuego trabajado con un diseño de personajes de calidad, pero los principios de la gamificación son tan sencillos que se podrían aplicar sin la necesidad de prácticamente ningún software original. El concepto de progresión está ahí y actúa como medio y fin para los estudiantes. Además las dinámicas de grupo fomentan el trabajo en equipo y la colaboración entre los estudiantes.

Me parece un tema interesante por la cantidad de aplicaciones que pueden tener los videojuegos en materias tan importantes y creo que es algo que merece más investigación.

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