Francisco Ortega Sáez: Internet como hogar de los medios de comunicación alternativos.

5.3. Ciberespacio, cibercultura y medios de comunicación.

En los últimos años, los grandes medios de comunicación tradicionales, como las agencias de prensa más leída o los canales de televisión más vistos, han sufrido una drástica pérdida de credibilidad ante un nuevo perfil de consumidor de información, un ciudadano más crítico, escéptico, que ya no da por sentado la veracidad de la información que le llega por los canales tradicionales, canales que antes eran incuestionables. Un ciudadano que desconfía de la televisión pública y privada y que es consciente de los intereses mercantiles de las compañías como PRISA. Y este ciudadano está convencido de que los medios tradicionales no son capaces de responder a su derecho a la información y libertad de expresión.

Por tanto, existe un vacío, una demanda insatisfecha en un sector cada vez más importante de la población, y son los medios de comunicación independientes, de menor tirada y presupuesto, los que se encargan de cubrirlo. El problema es que la fragmentación y falta de recursos hace más difícil llevar esta información a un público cada vez más masificado. Pero todo esto ha cambiado con la generalización de internet, las redes sociales y la viralización.

En el momento en el que nos abrimos una cuenta en Facebook, Twitter… nuestra manera de recibir información cambia, sin nosotros buscarlo. La diferencia abismal de presencia entre los grandes periódicos y la prensa independiente se reduce a una cuestión de prestigio y estamos expuestos a una sobreoferta de información que se cuela en nuestras pantallas. Tan fácil es leer el ABC como los ensayos de tu vecino, y la decisión de leer a uno o a otro ya no se ve influenciada por el monopolio del primero en el kiosko. El “cero esfuerzo” del clic ha puesto en igualdad de condiciones a todos los medios de comunicación, grandes y pequeños, y los grandes empiezan a notar el retroceso.

No solo es mucho más fácil para el lector concienciado el buscar información y contrastar medios de cualquier origen, esquivando gran parte de la censura impuesta por los gobiernos y las agencias, cualquiera de nosotros al entrar en la red nos convertimos en consumidores pasivos de información, toneladas de datos que pasan ante nuestros ojos y que acaban creando opinión, de una manera mucho menos controlada y, según el caso, más independiente.

Creo que Internet es un arma de doble filo para el mundo de la información. Por un lado estamos expuestos a gran cantidad de morralla e información maliciosa, pero a la vez nos da la posibilidad de investigar por nosotros mismos y sacar nuestras propias conclusiones contrastando la información, sin el condicionamiento que nos ponen los grandes medios con intereses económicos e ideológicos.

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